Cada día son más los consumidores comprometidos y conscientes sobre lo que compran y la manera en que lo hacen. Según el estudio “Conscientes: una mirada al nuevo consumidor actual”, desarrollado por Acción Empresas, 1 de cada 3 chilenos está dispuesto a pagar un 20% más por un producto sostenible. De ahí que diversas industrias han ido adoptando ciertos cambios, entre ellos la industria de la belleza, apostando por artículos respetuosos con el medioambiente, elaborando productos de higiene personal, cosmética entre otros, utilizando ingredientes naturales y materiales biodegradables en el proceso de fabricación contribuyendo a disminuir los niveles de contaminación del agua y océano y la reducción de plásticos.
Ejemplo de esto es el shampoo en barra. Si bien su uso está registrado por primera vez cerca de 1940, hoy se ha convertido en una de las últimas tendencias en cuanto a productos para el cuidado del pelo. Indiscutiblemente su gran ventaja es que minimizan la generación de residuos plásticos ya que son envasados en papel o cartón, ambos materiales más fáciles de reciclar y en ocasiones también biodegradables. Algo muy positivo, si tomamos en cuenta que la cantidad de plástico que ingresará anualmente al océano aumentará de 11 millones a 29 millones de toneladas dentro de los próximos veinte años, según el estudio Rompiendo la Ola de Plástico, desarrollado por The Pew Charitable Trusts y SYSTEMIQ.
Gabriela Zúñiga, responsable de Químicos para el Cuidado Personal en BASF Chile, señala que este tipo de productos que se ha ido popularizando en el mercado también permite ahorrar agua. “El shampoo líquido está compuesto de hasta un 80% de agua y en el caso del acondicionador hasta un 95%, mientras que los en barra están concentrados lo que permite una mayor duración.”
Sin embargo, lo cierto es que existen varios tipos de champús con diferentes funciones, características y específicos para los distintos tipos de cabello, lo importante es elegir el que se adapte a cada preferencia.