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Antes de la pandemia, las tiendas de comercio electrónico que vendían en el país se centraban mucho en la oferta, dado que el e-commerce se encontraba en etapa de penetración de mercado. Por ende, la gran estrategia de muchos retailers y transnacionales digitales fue la de precios bajos y diferenciales en el canal online, y se olvidaban de brindar una experiencia de compra omnicanal. No obstante, ya a inicios de este año se veía notando un cambio radical de la estrategia, muy enfocada a empezar a abrir dark stores (tiendas de abastecimiento online sin venta física) a fin de ir mejorando los tiempos de entrega.
“La prioridad de tener un canal digital aún no era fuerte en las empresas, dado que muchas de ellas no tenían claro el horizonte o un proceso de transformación digital como tal enrumbado. En ese sentido, se desligaban mucho de iniciar operaciones e-commerce, ya que eso conllevaría a que tengan que actualizar e integrar muchas cosas dentro de casa, como tecnología, recurso humano, procesos y logística. Es decir, empezar a ser empresas realmente omnicanales”, explica Yuriko Huayana, country manager de VTEX Perú.
A raíz de la pandemia, los negocios han podido comprobrar de que el e-commerce no es un canal de tendencia, sino un canal de venta efectiva y con mucho potencial. Por ello, han visto con mayor fuerza la viabilidad de integrar sus sitemas al 100%, tener plataformas de e-commerce escalables y, a su vez, ofrecer no solo descuentos agresivos, sino también una promesa de entrega que satisfaga al cliente y su expectativa de compra.
¿Qué se necesita para obtener mejores resultados en e-commerce? “Lo principal es tener, desde el inicio, una plataforma que permita crecer, integrar y ofrecer diferentes promociones a los consumidores, así como muchas otras dinámicas del retail offline (cross, upselling, etc). Una vez que logremos estabilizarnos a nivel tecnológico, podemos mejorar continuamente los otros procesos, como son los logísticos y de atención al cliente. Lo ideal en e-commerce es maximizar la venta recurrente, por lo que es vital tener un proceso logístico excelente”, explica Huayana.
Lo que se viene
Si bien el e-commerce ha avanzado en tan solo unos meses lo que, en un escenario sin pandemia, le hubiera tardado diez años, aún hay mucho por mejorar.
Huayana revela que las nuevas tendencias están enfocadas en maximizar la economía digital, como el pago sin contacto, que en otros países ya se realiza para compras online y físicas.
También se espera un mayor desarrollo del live streaming e-commerce, que se refiere a la realización de ventas online ya no a través de subastas por televisión, sino a través de influencers que opinan, consumen e invitan a comprar los productos transmitiendo directamente desde la página de e-commerce del negocio.
Los dark stores también cobrarán mayor fuerza en el Perú, es decir, que los negocios seguirán apostando por tiendas físicas de abastecimiento para compras online en diferentes puntos del país a fin de generar entregas pequeñas cada 30 minutos.