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El año 2020 fue, sin duda, el (primer) año de la crisis del coronavirus y de los cambios. Más allá de sus terribles consecuencias sanitarias, toda una revolución del consumo que todavía hoy -y al menos durante los próximos meses- continúa afectando a los hábitos de compra y a las cuentas de las grandes cadenas de distribución.
La crisis sanitaria nos ha dejado diversas restricciones y medidas de seguridad, que nos han llevado a su vez a una crisis de nuestro modo de vida, cambiando todas nuestras rutinas personales y sociales, y por último una crisis económica, que ha dejado las carteras de los consumidores más vacías en todo el mundo.
En este contexto, NielsenIQ ha presentado el retrato de «el año más atípico» que ha traído nuevos hábitos de compra y nuevas tendencias al panorama de la distribución alimentaria en España.
Durante 2020 se facturaron 95.000 millones de euros el mercado de los productos de gran consumo
en España, lo que supone un aumento del 6,4% respecto al año anterior. NielsenIQ estima que la Covid-19 provocó un exceso de ventas en torno a los 3.100 millones de euros.
De este aumento, destaca el crecimiento en volumen (+4,4%), que demuestra que los consumidores compraron más y también más caro ,ya que el precio de la cesta de la compra registró un crecimiento del 2%.
LOS FRESCOS IMPULSARON EL PRECIO DE LA CESTA
Durante este año de pandemia, los productos envasados y los frescos registraron un crecimiento similar en valor (+6,4% y +6,5% respectivamente), pero su comportamiento fue muy diferente en cuanto a los precios, ya que mientras los envasados crecieron principalmente por demanda, manteniendo un precio promedio relativamente estable (+0,4%), fueron los productos frescos los que aumentaron sus precios el 5,5%, incrementando también sus ventas en volumen en el 1%.
Durante 2020, la mayoría de los consumidores pasaron una gran parte de su tiempo en casa y mostraron una clara preocupación por mantener sus despensas llenas. Con el cierre de restaurantes y la restricción de las actividades fuera del hogar, las ocasiones de consumo se multiplicaron y la compra de alimentos en los canales de retail ganó evidente importancia.
Todo ello se ha visto reflejado en un aumento generalizado de la demanda para las grandes secciones de gran consumo, lideradas por la alimentación envasada que alcanzó un crecimiento en volumen de un 7,8%, y para algunas secciones de frescos como la carne, la verdura o los huevos que estuvieron muy presentes en nuestro hogares. También la categoría de droguería, que incluye productos de limpieza y desinfección para el hogar, tuvo aumentos significativos tanto en valor como en volumen
EL BOOM DEL CANAL ONLINE
El canal online ha sido uno de los grandes ganadores de este año. Impulsada por las condiciones extraordinarias fruto de la pandemia, la curva de ventas en este canal empezó a aumentar ya desde la semana 9 de 2020 (del 24 de febrero al 1 de marzo), prácticamente cuando el consumidor español se vio abocado a un inesperado confinamiento en su hogar, alcanzando su máximo en la semana 17 que comenzó el 20 de abril, sin que desde entonces el nivel de venta semanal de este canal haya vuelto a los valores previos a la pandemia.
Para 2021, la tendencia se mantiene y ya podemos observar cómo, el canal online ha crecido un 115% en Enero 2021 versus Enero 2020. “El año 2021 ha empezado con una situación similar a la de los últimos meses de 2020, y que tendrá continuidad durante las próximas semanas. Los frecuentes cambios e incertidumbres sobre la propia evolución de la pandemia, las diversas olas, las vacunas,…han exigido, exigen y exigirán por parte de los retailers y fabricantes un mayor esfuerzo para adaptarse continuamente a estos cambios en el comportamiento del consumidor.
Por un lado, sabemos que la pandemia seguirá teniendo un impacto en 2021, pero el crecimiento a partir de marzo en las semanas comparables a 2020 será menos pronunciado. Además, la recuperación económica también impactará en el consumo en España y aunque se espera cierta normalización cuando las vacunas lleguen a un alto porcentaje de la población, ésta tardará en trasladarse a los hogares, que previsiblemente en 2021 sentirán la crisis con mayor fuerza.
EL CONSUMO EN EL HOGAR MANTIENE LAS BUENAS CIFRAS, LA CRISIS ECONÓMICA LAS SUJETA
Por esta razón, en 2021 se espera cierta polarización del consumidor: por un lado tendremos a
aquellos a los que la pandemia les ha impulsado a tener un consumo más digital, omnicanal, que han visto cómo podían disfrutar del cocooning “obligado” y que sin duda no van a dejar de tener un foco en la salud; y por otro lado tendremos a aquellos consumidores más impactados por la crisis económica que maximizarán su foco en precios o en promociones tal y como ya ocurrió en el 2008.
Claramente, muchos de estos cambios van a suponer, al menos en parte, una variación permanente en determinados hábitos, tanto de compra como de consumo, y obligarán a retailers y fabricantes a adaptar en un tiempo récord lo que se habría planificado a varios años.
Hemos podido ver que el año ha arrancado con un enero de fuerte crecimiento y, dada la situación sanitaria actual y su previsible evolución, al menos durante la primera mitad de año podemos esperar que se siga trasladando el consumo que tradicionalmente se realizaba fuera del hogar, a nuestras casas. Veremos una evolución del mercado por encima de los volúmenes que considerábamos normales antes de la pandemia pero sin llegar a los acaparamientos masivos que tuvimos en marzo y abril del pasado año.
2021 se convertirá en un año de transición que conforme vaya evolucionando irá constituyendo la base de lo que será los próximos años. Esto sitúa a los retailers y fabricantes ante la situación de lidiar con el momento a la vez que posicionan sus estrategias con la vista puesta en el futuro.”, ha explicado Patricia Daimiel, Directora General NielsenIQ para España y Portugal.